Penitentes

Las referencias más antiguas datan de 1674. El segundo domingo de mayo los vecinos acuden en romería a la localidad vecina de Villalba de los Morales. La organiza la Cofradía de la Sangre de Cristo, que es la que toma protagonismo en todos los actos. Acude en pleno y varios son los personajes destacados: el prior, el listero, el mayordomo, el abanderado, los alumbradores o los cofrades; así como los actos: cortesías, obligaciones, pasar lista en el nombradero, etc. Actualmente la componen 182 cofrades y 61 hermanas, siendo el acto seguido por todos los vecinos y gran cantidad de visitantes.

Cada año se encarga un prior de organizar la fiesta, él es el que prepara chocolate y pastas para los que acuden por la mañana a Villalba. El cargo de prior es asignado anualmente al cofrade más antiguo que, tras desempeñar su turno, no podrá repetir. Él se encarga de cobrar las cuotas, llevar la imagen del Cristo en la procesión, iluminar la capilla en los fallecimientos de los cofrades y nombrar seis alumbradores para el entierro, y de dar la fiesta en Villalba.

La procesión sale en romería a las ocho de la mañana hacia Villalba, tras el volteo de campanas. Los cofrades salen hasta el barrio de San Salvador, con la imagen de Nuestro Señor con la Cruz y la Dolorosa. La gente les acompaña hasta la ermita y ellos siguen en procesión hacia Villalba. La cofradía, a través del denominado listero (siempre la misma persona, es un cargo que pasa de padres a hijos, dentro de la misma familia), pasa lista en el lugar conocido como el nombradero.

Este lugar, cuando se sale por la mañana de Fuentes Claras, es en la zona de Peñarrubia, cerca de Villalba (al regresar de Villalba el nombradero es en la Ermita de San Salvador, en el barrio de El Santo), antes de entrar al pueblo y formar en procesión. Deben estar todos los cofrades y sólo se excusa por delito de enfermedad. El último que se ha apuntado (chicos y jóvenes) es el primero en salir a la procesión (en ser nombrado), y así por orden de inscripción hasta el último que es el prior (el más viejo de todos), que se coloca entre la Virgen y el Cristo.

En Villalba son recibidos por los vecinos, que esperan con las imágenes religiosas. Juntos oyen misa y se comen el chocolate con buñuelos preparado por el prior.