Yacimiento de La Loma

La Loma del Prado es un yacimiento arqueológico de carácter urbano de época imperial romana, existente aproximadamente entre los siglos i y iv d.C.

Debió fundarse a partir del paulatino abandono del yacimiento de San Esteban de El Poyo, localizado a 1,1 km. de distancia. El yacimiento, conocido como «La Loma del Prado», puede alcanzar las 9 hectáreas de superficie. No conserva en superficie ningún tipo de estructura constructiva, aunque se han exhumado multitud de tegulas, sillares, etc.

Además, su ubicación permite localizar el itinerario de la calzada romana que unía las poblaciones de Saguntum (actual Sagunto) y Bilbilis (Calatayud) resiguiendo el curso del Jiloca y no muy lejos de los emplazamientos anteriores. Los puentes romanos de Calamocha y Luco de Jiloca confirmarían este recorrido.

Los restos hallados son escasos pero de gran valor. Fue la arqueóloga Purificación Atrián quien dio a conocer el hallazgo de un sillar de arenisca con una cabeza de toro esculpida entre hojas de acanto y, más adelante, el arqueólogo Francisco Burillo hizo público en 1978 el hallazgo de una tésera de hospitalidad de bronce, con forma de delfín.

Además aparecieron otros materiales como restos de tégulas, cerámicas, vidrios y ánforas, así como lucernas (antiguas lámparas romanas); pero el abandono y la falta de interés provocaron que el yacimiento fuera depredado por expoliadores. Hoy día solo tenemos localizado el mencionado sillar, guardado en el Museo de Teruel, y la tésera en una colección particular. Del resto no se sabe su paradero.